La caridad no busca jamás la propia comodidad – San Camilo de Lelis
No puede llamarse caridad si lo que hacemos a los demás es para satisfacer nuestros propios deseos, intereses o afinidades sintiéndonos tranquilos echando una mano
No puede llamarse caridad si lo que hacemos a los demás es para satisfacer nuestros propios deseos, intereses o afinidades sintiéndonos tranquilos echando una mano
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Él entró y se puso a la
Memoria de san Ignacio, obispo y mártir, que, discípulo del apóstol san Juan, fue el segundo sucesor de san Pedro en la sede de Antioquía,