Un cristiano comprometido en mejorar la vida de los demás no descuida la oración. Al contrario, de ella se alimenta para llevar a cabo la tarea de hacer más habitable la casa del mundo. Un mundo donde cada persona tenga su sitio con plena dignidad. No se entiende el desarrollo humano protagonizado por los creyentes apartando a Jesús. Porque Él es quien nos pide que ayudemos a construir una sociedad mejor. Y es Él quien nos da las fuerzas necesarias para llevar a cabo esta hermosa tarea. Necesitamos su ayuda, que solamente encontraremos en la oración e identificación con Él.
A veces confundimos el amor con otras muchas cosas que los hombres hemos inventado para justificar nuestros egoísmos personales. Quien ama de verdad tiene que