El Papa Francisco ha lanzado el siguiente aviso a quienes ostentan el poder económico y financiero: “la usura es un pecado grave” porque “mata la vida, pisotea la dignidad de las personas, es vínculo de corrupción e impide el bien común.” Por ello invita a las autoridades a que tomen medidas para evitar estos comportamientos que, al igual que otras muchas actitudes corruptas e inmorales que se dan en el ámbito económico, están detrás de las graves crisis económicas y financieras que atenazan al mundo. Para el santo padre, “la dignidad humana, la ética, la solidaridad y el bien común deberían situarse en el centro de las políticas económicas emprendidas por las instituciones públicas.” Estas manifestaciones las expresó el pasado 3 de febrero a los miembros del Consejo Nacional Anti-usura, una institución dedicada a luchar contra las prácticas usureras y sus efectos nocivos sobre las familias.
También sobre la corrupción trata el vídeo de las intenciones de oración del Papa para el presente mes de febrero. Pide a quienes tengan poder, ya sea económico, político o espiritual que no caigan en la corrupción, que “es un proceso de muerte que nutre la cultura de la muerte”, porque el afán de poder y de tener no conoce límites. Señala Francisco que “la corrupción no se combate con el silencio. Debemos hablar de ella, denunciar sus males, comprenderla para poder mostrar la voluntad de hacer valer la misericordia sobre la mezquindad, la belleza sobre la nada.”