San Fernando nació cerca de Salamanca en 1198. Era hijo del rey Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla y primo hermano del rey san Luis de Francia. Fue rey de Castilla y de León, uniendo los dos reinos, y un verdadero modelo de gobernante, creyente, padre, esposo y amigo. Propagaba por todas partes la devoción a la Santísima Virgen a la que dedicaba las iglesias que se reconstruían sobre las mezquitas. Conquistó a los árabes varias ciudades (Córdoba y Sevilla, entre otras) y fundó obispados, catedrales (entre éstas la de Burgos), y monasterios. También fundó la célebre Universidad de Salamanca y protegió las artes y la cultura. Practicaba el ayuno con frecuencia y a menudo se pasaba la noche rezando. Siempre llevaba un cilicio áspero y su mayor gozo era la gloria de la Iglesia y la felicidad de sus súbditos, pues gobernaba con prudencia. Murió en Sevilla el 30 de mayo de 1252 y fue enterrado en su catedral, frente a la imagen de la Virgen, vestido, como él había pedido, con el hábito de la Tercera Orden de San Francisco, de la que era miembro. Fue canonizado por Clemente X en 1871 y su cuerpo se conserva incorrupto.
Otros santos del día:
• En Porto Torres, de Cerdeña, región de Italia, san Gabino, mártir († hacia el s. IV).
• En Cesarea de Capadocia, hoy Kayseri, en Turquía, santos Basilio y Emelia, los cuales fueron padres de los santos obispos Basilio Magno, Gregorio de Nisa y Pedro de Sebaste, y de santa Macrina, virgen. Estos santos esposos, habiendo sido desterrados de su ciudad en tiempo del emperador Galerio Maximiano, habitaron en las soledades del Ponto y, después de la persecución, dejando a sus hijos por herederos de sus virtudes, descansaron en paz († 349 y 372).
• En Pavía, de Lombardía, región de Italia, san Anastasio, obispo, el cual, habiendo abandonado la herejía arriana, profesó firmemente la fe católica († hacia el año 680).
• En Geheel, de Brabante, en Austrasia, actualmente en Bélgica, santa Dimpna, virgen y mártir († s. VII/IX).
• En Tervueren, también de Brabante, en Austrasia, hoy en Bélgica, tránsito de san Huberto, obispo de Tongres y Maastricht, discípulo y sucesor de san Lamberto, que dedicó todas sus fuerzas en difundir el Evangelio por Brabante y las Ardenas, y allí combatió las costumbres paganas († 727).
• En Rouen, de Normandía, en Francia, santa Juana de Arco, virgen, que, conocida como la doncella de Orleans, luchó firmemente por su patria, pero al final fue entregada al poder de los enemigos, condenada en un juicio injusto y quemada en la hoguera († 1431).
• En Londres, en Inglaterra, san Lucas Kirby, presbítero y mártir, que en la persecución durante el reinado de Isabel I fue colgado en la triple horca de Tyburn después de muchos tormentos. Con él padecieron el suplicio en el mismo patíbulo los beatos presbíteros y mártires Guillermo Filby y Lorenzo Johnson, así como Tomás Cottam, de la Compañía de Jesús († 1582).
• En la misma ciudad y treinta años después, reinando Jacobo I, beatos Guillermo Scott, de la Orden de San Benito, y Ricardo Newport, presbíteros y mártires, quienes, por ser sacerdotes, fueron estrangulados, pero el segundo, como aún respiraba, fue muerto a espada y descuartizado († 1612).
• En Kampala, en Uganda, san Matías Kalemba, de sobrenombre Mulumba o el Fuerte, mártir, que habiendo abandonando el culto mahometano, después de su bautismo en Cristo renunció al oficio de juez y propagó la fe cristiana con empeño, por lo cual padeció torturas en tiempo del rey Mwanga y, privado de todo consuelo, entregó finalmente su espíritu a Dios († 1886).
• En Savona, en Italia, tránsito de san José Marello, obispo de Acqui, en el Piamonte, que fundó la Congregación de los Oblatos de San José, dedicada a la formación moral y cristiana de los jóvenes († 1895).
• En Burdeos, en Francia, beata María Celina de la Presentación de la Santísima Virgen María (Juana Germana) Castang, virgen de la Orden de Santa Clara († 1897).
• En Snyatinm en Ucrania, beata Marta María Wiecka, virgen de la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl († 1940).
• En el campo de concentración de Buchenwald, de Turingia, en Alemania, pasión del beato Otón Neururer, presbítero y mártir, el cual, por haber convencido a una joven católica para que no simulase la celebración del matrimonio con un partidario del régimen hostil a Dios y a los hombres, y que estaba ya casado, le encerraron en la cárcel, donde, a pesar de todo, continuó ocultamente con su ministerio entre todo tipo de tribulaciones, hasta que consumó el martirio al ser colgado por los pies cabeza abajo († 1940).
• En Brescia (Italia), beata Lucía de la Inmaculada Ripamonti, religiosa profesa del instituto de las Siervas de la Caridad, († 1954).
(Del Martirologio Romano)