Una sociedad deshumanizada, como la que está adueñándose de todo lo que nos rodea, nos exige que nosotros, los creyentes en Cristo, demostremos al mundo que sus problemas se resuelven con el amor a Dios. Un amor que nos lleva a amar al hombre, que ha sido creado a imagen y semejanza del Dios misericordioso que busca nuestra felicidad aquí y en el otro mundo.

Mirar al cielo, sí. Porque es donde queremos ir. Para estar con Dios. Para gozar con él eternamente. En la conmemoración de la Ascensión del