Se nos ha dado la fe no para que la tengamos como cosa propia, uso particular y gozo personal, sino para que las transmitamos a los demás. Cada uno en la medida de sus posibilidades debe convertirse en misionero que pregone la Buena Nueva de Jesús, porque muchos lo están esperando. La predicación debe comenzar por entre los más cercanos a nosotros, para que éstos puedan sentir también la alegría de reconocerse como hijos de Dios.
![A veces sentimos que lo que hacemos es como una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota – Santa Teresa de Calcuta A veces sentimos que lo que hacemos es como una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota – Santa Teresa de Calcuta](https://c2.staticflickr.com/8/7847/39687340423_967d59567c_o.png)
Somos poca cosa y poco podemos hacer. Muy poco. Pero debemos ser conscientes de que, gota a gota, un vaso termina por estar lleno. Lo