¿Con qué razonamientos vamos a pedir ser perdonados si nosotros no somos capaces de perdonar? Injustos seremos si tenemos la osadía de exigir que no nos critiquen por lo que hacemos o decimos mientras nosotros juzgamos a los demás, criticamos lo que dicen o hacen y hasta nos atrevemos a sentenciar que somos mejores que ellos. Solamente quien perdona es perdonado y quien olvida los defectos de los demás puede optar a que los suyos sean también olvidados.

¿Somos nosotros de esos que se alegran sinceramente del bien de los demás? ¿O acaso nos disgusta que los otros puedan conseguir lo que nosotros