No está reñidos el trabajo con las prácticas piadosas. Ambos se complementan. Un cristiano que reza no huye de sus obligaciones para con los demás. Al contrario, la plegaria le ayuda a ser mejor ciudadano, a cumplir correctamente en su trabajo y en sus relaciones con los demás. Una persona fervorosa, pendiente de agradar a Dios en todo, no deja de atender a un necesitado para ir a rezar a una iglesia. Devoción y trabajo tienen que ir cosidos por el amor al Señor.
Acudamos a María. Ella es la madre amorosa dispuesta siempre a escucharnos y a acompañarnos en nuestros momentos de debilidad, en nuestras caídas, en nuestros