¿Qué somos? Si buscamos parecernos a los que nos han dado testimonio de su fe, diremos que poca cosa. Pero si realmente estamos dispuestos a ser humildes, lo primero que debemos hacer es auto convencernos de que nada somos. Lo que sepamos, tengamos o valgamos no nos pertenece porque nos ha sido otorgado gratuitamente. Y no nos lo merecíamos. Porque no somos dignos de ello.

Tanto en los momentos en los que lo pasamos mal como en los que nos sentimos repletos de gozo por lo bien que nos van