¿Qué somos? Si buscamos parecernos a los que nos han dado testimonio de su fe, diremos que poca cosa. Pero si realmente estamos dispuestos a ser humildes, lo primero que debemos hacer es auto convencernos de que nada somos. Lo que sepamos, tengamos o valgamos no nos pertenece porque nos ha sido otorgado gratuitamente. Y no nos lo merecíamos. Porque no somos dignos de ello.
La meta de cualquier cristiano es la santidad, siguiendo así las enseñanzas del Maestro. Alcanzarla es difícil, pero nunca imposible. Requiere de cada uno de