Una madre buena nunca defrauda a sus hijos. No los abandona, no los maltrata, no los guía por malos caminos… María, que es la mejor de las madres, nunca nos abandonará. Acudir a ella en todo momento, en las tristezas y en las alegrías, es asegurarnos su protección. Yendo de su mano, podemos estar seguros de que los peligros que nos encontremos serán apartados para así poder caminar en paz.
![La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione](https://live.staticflickr.com/65535/48383646507_009feb9157_o.png)
Entregarnos del todo. Sin reservarnos nada para nosotros mismos. Entregarnos por completo a Dios y a los hermanos. Esto es lo que se nos pide