Memoria de la inhumación de san Buenaventura, obispo de Albano y doctor de la Iglesia, celebérrimo por su doctrina, por la santidad de su vida y por las preclaras obras que realizó en favor de la Iglesia. Como ministro general rigió con gran prudencia la Orden de los Hermanos Menores, siendo siempre fiel al espíritu de san Francisco y en sus numerosos escritos unió suma erudición y piedad ardiente. Cuando estaba prestando un gran servicio al II Concilio Ecuménico de Lyon, mereció pasar a la visión beatífica de Dios († 1274).
Otros santos del día:
• En Porto Romano, cerca de la actual Fiumicino, en Italia, santos Eutropio, Zósima y Bonosa, mártires.
• En Cartago, actualmente en Túnez, en la vía llamada de los Escilitanos, en la basílica de Fausto, inhumación de san Félix, obispo de Tibiuca y mártir, que a la orden del procurador Magniliano para que arrojase al fuego los libros de la Sagrada Escritura, respondió que prefería ser abrasado él antes que quemarlos, por lo que el procurador Anulino mandó que le atravesaran con una espada († 303).
• En Cartago también, conmemoración de los santos Catulino, diácono y mártir, alabado por san Agustín en un sermón al pueblo, y demás santos mártires que descansan en la basílica de Fausto († 303).
• En Alejandría, ciudad de Egipto, santos mártires Felipe y diez niños († hacia el s. IV).
• En la isla Ténedo, en el Helesponto, junto al estrecho de los Dardanelos, san Abudemio, mártir († s. IV).
• En Nísibe, en Mesopotamia, hoy Nusaybin, en Turquía, san Jacobo, primer obispo de esta ciudad, que intervino en el Concilio de Nicea y dirigió su rebaño en paz, alimentándolo espiritualmente y defendiéndolo con energía de los enemigos de la fe († 338).
• Cerca de Roermond, en la ribera del Mosa, en los Países Bajos, san Plequelmo, obispo, oriundo de Nortumbria, que dedicó su vida a dar a conocer a muchos las riquezas de la fe en Cristo († hacia el año 713).
• En el monasterio de Ansbach, en Franconia, actualmente en Alemania, san Gumberto, abad, que fundó este monasterio en una casa de campo de su propiedad († hacia el año 790).
• En Tesalia, región de Grecia, tránsito de san José, obispo de Tesalónica, hermano de san Teodoro Studita, que durante su vida de monje compuso muchos himnos y, promovido al episcopado, tuvo que sufrir pronto muchos y crueles tormentos, pues se vio precisado a defender la disciplina eclesiástica y las sagradas imágenes. Relegado a Tesalia, murió de hambre († 832).
• En Nápoles, ciudad de la Campania, región de Italia, san Atanasio, obispo, a quien las insidias de su impío sobrino Sergio hicieron sufrir mucho, hasta verse incluso expulsado de su sede episcopal. Sumido en la miseria, voló al cielo en Véroli, país de los hérnicos, en el Lacio († 872).
• En Kiev, ciudad de Rusia, ahora en Ucrania, san Vladimiro, príncipe, bautizado con el nombre de Basilio, que se preocupó de propagar la fe ortodoxa en los pueblos que gobernaba († 1015).
• En Ratzeburg, de Schleswig-Hostein, en Alemania, san Ansuero, abad y mártir, lapidado con otros veintiocho monjes por los paganos de Wendes, sublevados contra quienes predicaban el Evangelio († 1066).
• En Västeras, en Suecia, san David, obispo, que, originario de Inglaterra, abrazada la vida monástica como monje cluniacense fue a predicar la fe cristiana a los suecos, y descansó piadosamente, ya anciano, en el monasterio que él mismo había fundado († hacia el año 1082).
• En Breslau, en Silesia, actualmente en Polonia, beato Ceslas, uno de los primeros presbíteros de la Orden de Predicadores, que trabajó por el reino de Dios en Silesia y en otras regiones de Polonia († 1242).
• En Montcallier, pueblo del Piamonte, región de Italia, beato Bernardo, marqués de Baden, que cuando se dirigía a Oriente para defender a los cristianos, ya que Constantinopla había sido conquistada por los enemigos, le sorprendió la muerte († 1458).
• En Campo Salentino, en la Apulia, región de Italia, san Pompilio María Pirrotti, presbítero de la Orden de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, célebre por la austeridad de su vida († 1766).
• En el mar, ante la costa de Rochefort, en Francia, beato Miguel Bernardo Marchand, presbítero y mártir, que durante la Revolución Francesa fue encarcelado en Rouen por ser sacerdote, siendo trasladado después a una vieja nave, en la que enfermó y murió († 1794).
• En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, actualmente en Vietnam, san Pedro Nguyên Bá Tuân, presbítero y mártir, que, encarcelado por ser cristiano en tiempo del emperador Minh Mang, murió de hambre en prisión († 1838).
• En París, capital de Francia, beata Ana María Javouhey, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas de San José de Cluny, que se dedican al cuidado de enfermos y a la instrucción cristiana de las niñas, Congregación que la beata consiguió implantar también en tierras de misión († 1851).
• En la provincia de My Tho, en Cochinchina, actualmente en Vietnam, san Andrés Nguyên Kim Thông Nam (Nam Thuông), mártir, el cual, en tiempo del emperador Tu Duc, por ser catequista fue primero encarcelado y después desterrado, obligándole a caminar hacia el destierro encadenado y cargado con un madero, por lo que murió en el camino como auténtico mártir († 1855).
• En el pueblo de Bielsk Podlaski, en Polonia, beato Antonio Beszta-Borowski, presbítero y mártir, que en tiempo de guerra fue hecho prisionero por los enemigos de la fe y fusilado después, descansando en la paz de Cristo († 1943).
(Del Martirologio Romano)