Nos engañamos a nosotros mismos, y pretendemos engañar a Dios, cuando creemos que ciertas acciones las hacemos por caridad cuando la verdad es que actuamos por nuestros propios intereses: para que nos vean lo buenos que somos, para que nos sintamos contentos, para que nos alaben… El único interés que debe guiarnos es el servicio a los demás, sin esperar recompensa terrena. Ya recibiremos en su día la paga prometida.
![La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione](https://live.staticflickr.com/65535/48383646507_009feb9157_o.png)
Entregarnos del todo. Sin reservarnos nada para nosotros mismos. Entregarnos por completo a Dios y a los hermanos. Esto es lo que se nos pide